Luis Roberto Robles J.
Los habitantes de la Sierra Madre Occidental de Jalisco saben que pertenecen a una tierra privilegiada. A lo largo de generaciones, las comunidades locales han moldeado un paisaje único, interactuando con respeto y amor irrestricto por la naturaleza y los recursos que esta les otorga y para resguardar este tesoro natural y cultural de México, han seguido una ruta de acciones que dan como resultado un modelo sin precedentes en el país, erigiéndose como una referencia mundial de lo que significa la herencia biocultural.
Para comprender la riqueza de este paisaje y su valor como herencia biocultural, es esencial desglosar los cinco elementos que constituyen este concepto.
- Memorias del Ecosistema. Estas memorias se manifiestan a través de la rica biodiversidad y las propiedades biológicas. Aquí, la conservación de especies y la preservación de hábitats son fundamentales, y las comunidades locales desempeñan un papel activo en el cuidado de estos recursos naturales.
- Memorias del Paisaje. Los paisajes son testimonios tangibles de la interacción entre las comunidades locales y su entorno. Los sitios arqueológicos, los entornos construidos y los sistemas de asentamientos son ejemplos de cómo la práctica humana ha dejado su huella en el paisaje. Estos elementos no solo son parte de la historia, sino que también contribuyen a la identidad cultural.
- Memorias Basadas en el Lugar. La cultura y la identidad de las comunidades locales se enriquecen con las historias transmitidas oralmente, los nombres de lugares, las tradiciones artísticas y las ideas que han perdurado a lo largo del tiempo. Estas «memorias basadas en el lugar» crean un fuerte sentido de pertenencia y continúan siendo negociadas y compartidas socialmente.
- Análisis Integrado del Paisaje. La comprensión de estos tres elementos de memoria es fundamental para la gestión exitosa del Paisaje Biocultural. El Análisis Integrado del Paisaje implica la capacidad de identificar y combinar estos elementos para comprender los procesos que dan forma a la herencia biocultural. Esto requiere un enfoque multidisciplinario que abarque desde la arqueología hasta la ecología.
- Custodia y Cambio. La custodia y el cambio representan la acción y la habilidad de explorar las memorias del Paisaje Biocultural para enfrentar el futuro. En la Sierra Madre Occidental, las comunidades locales y las organizaciones han asumido la responsabilidad de proteger y gestionar este paisaje de manera sostenible. Esto no solo beneficia a la biodiversidad, sino que también fortalece la identidad y la cohesión social.
El Paisaje Biocultural de la Sierra Madre Occidental nace con el esfuerzo de su gente, de las autoridades ambientales y de un intercambio de experiencias con el Gobierno de Francia, país que cuenta con 58 parques en los que se implementa este tipo de manejo de ecosistema y sus servicios ambientales. Comprende los municipios de Talpa de Allende, San Sebastián del Oeste, Mascota y Atenguillo. En cada uno de ellos es posible contemplar parajes naturales llenos de vida, expresiones artísticas vibrantes y productos de la más alta calidad, como miel, mermeladas, productos lácteos, raicilla y muchos lujos culinarios más.
En el estado de Jalisco se trabaja con gran anhelo para lograr que otras regiones como la sierra de Tapalpa, logren el grado de Paisaje Biocultural.
En Acuario Michin, nos complace sumarnos a este esfuerzo en conjunto con la organización del Paisaje, las autoridades ambientales y las comunidades involucradas, para que el Paisaje Biocultural de la Sierra Madre Occidental de Jalisco prospere. Este modelo ejemplar nos recuerda que la conservación de la naturaleza y la promoción del patrimonio cultural pueden coexistir y prosperar juntos, y que, con solidaridad, podemos forjar un futuro más sostenible para nuestro planeta y las generaciones venideras.