Luis Roberto Robles J. Septiembre 2023
Los combustibles fósiles, ese pilar fundamental de la revolución industrial y el crecimiento económico durante décadas, están llegando a su ocaso. Los informes más recientes de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) señalan que la demanda mundial de petróleo, gas y carbón alcanzará su punto máximo en esta década. Este anuncio marca un cambio histórico en la forma en que obtenemos y utilizamos la energía, y tiene importantes implicaciones para el medio ambiente y el futuro de nuestro planeta.
El uso masivo de combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, ha sido una de las principales fuentes de contaminación ambiental y emisiones de gases de efecto invernadero. Estos combustibles, al ser quemados para generar energía, liberan dióxido de carbono (CO2) y otros contaminantes en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático.
Las consecuencias de esta dependencia de los combustibles fósiles se han vuelto cada vez más evidentes: fenómenos climáticos extremos, aumento del nivel del mar, pérdida de biodiversidad y problemas de salud relacionados con la contaminación del aire son solo algunas de las amenazas que enfrentamos como resultado de nuestra adicción al petróleo y sus derivados.
Transitar a energías limpias y dejar atrás el uso de combustibles fósiles es una gran noticia, pero esto no significa que de la noche a la mañana dejaremos de depender de ellos, pero es un paso significativo hacia un futuro más limpio y sostenible.
El cambio está siendo impulsado por varios factores. En primer lugar, el gran avance de las tecnologías de energía limpia como la solar y la eólica, ha hecho que estas fuentes sean cada vez más competitivas en términos de costo y eficiencia y más accesibles.
También los programas que impulsan la eficiencia energética y las prácticas de consumo responsables también están contribuyendo significativamente a disminuir la necesidad de quemar combustibles fósiles.
A pesar de este progreso alentador, aún enfrentamos desafíos en el camino hacia un futuro sin combustibles fósiles. Para limitar el calentamiento global a 1.5°C, de acuerdo con el objetivo del Acuerdo de París, se requiere que las sociedades sean más comprometidas con acciones climáticas más sólidas.
En nuestro país, la infraestructura existente, como plantas de energía a base de carbón y refinerías, son un obstáculo para esta transición. Ciertamente, algunos sectores de la comunidad dependen de la industria de los combustibles fósiles y pueden verse afectadas negativamente por la transición, lo que resalta la necesidad de una planificación cuidadosa y medidas de apoyo para las personas afectadas.
En Acuario Michin pensamos que ver el “fondo del barril” de los combustibles fósiles es una gran noticia para la salud del medio ambiente y por lo tanto, de todas las personas y queremos invitarte para que juntos podamos contribuir a lograr la transición a las energías limpias, visítanos.