Luis Roberto Robles J. Julio 2023.
Durante siglos hemos pensado que la huella de los humanos en la Tierra es imborrable. A lo largo de nuestra historia hemos perseguido la idea de dominar todas las fuerzas de la naturaleza. Lejos de eso, hemos desatado un desequilibrio que está comprometiendo nuestra propia existencia.
Los científicos están intentando comprender mejor las perturbaciones climáticas asociadas a la actividad humana que están poniendo de cabeza al sistema terrestre, a fin de ingeniar estrategias que nos ayuden a adaptarnos mejor, pero esto significa que debemos cambiar nuestros hábitos. Sin embargo, las sociedades parecen llevar una inercia que se contrapone a las soluciones sugeridas por los expertos.
En este punto, muchos estudiosos se han planteado el siguiente escenario; partiendo del conocimiento de que el 99% de las especies que han existido a lo largo de la historia de la vida en la Tierra, se han extinguido (por diversas razones), es razonable pensar que los humanos dejaremos de existir en algún momento.
Entonces, ¿qué pasaría si los humanos desaparecieran? La superpoblación, la destrucción del medio ambiente y el cambio climático podrían llevarnos más pronto de lo deseable nuestra extinción, pero no hay porque preocuparse, la historia nos dice que la vida en la Tierra sobreviviría sin nosotros. ¿Cómo sería esto?
Sin la presencia humana no habría nadie para dar mantenimiento a las estructuras urbanas y rurales, por lo tanto, las ciudades se derrumbarían y los campos se cubrirían de vegetación. La naturaleza reclamaría su lugar nuevamente.
Esto no es una simple conjetura, pues existe un ejemplo muy claro de esto: La región de Chernobyl en Ucrania, donde hubo un desastre nuclear, las plantas y los animales están prosperando de formas sorprendentes.
En un mundo sin humanos, las especies vegetales y animales que han dependido de nosotros tendrían que encontrar su propio camino. Los cultivos que alimentan al mundo serían reemplazados rápidamente por sus versiones silvestres. Además, con la desaparición de pesticidas seguramente habría una explosión demográfica de insectos. Estos pequeños seres se reproducen rápidamente y se adaptan a cualquier entorno, incluso cuando los humanos intentan controlarlos.
Con el crecimiento de las poblaciones de insectos ocurriría una reacción en toda la cadena alimenticia, favoreciendo el crecimiento demográfico de otras especies como aves, roedores, reptiles y murciélagos. De la misma forma ocurriría en los océanos que dejarían de tener la presión de las pesquerías y otras actividades que afectan a las comunidades marinas.
Sin nuestra presencia, los animales domésticos como gatos y perros también se adaptarían al nuevo entorno. Los perros formarían jaurías y los gatos seguirían prosperando, ya que son especies exitosas en todo el mundo.
Cabe señalar que, aunque los humanos desaparecieran, las consecuencias de nuestras acciones persistirían por décadas. El cambio climático causado por las emisiones de gases de efecto invernadero perduraría por muchos años más. Además, existen estructuras como las plantas nucleares que sin el mantenimiento humano podrían causar grandes problemas en los ecosistemas.
En conclusión, la huella de los humanos no es diferente de la de otros organismos de los que solo queda el registro fósil. Visto de esta forma, vale la pena recordar aquellas reflexiones del destacado astrofísico Carl Sagan quien nos advierte que, comparados con la inmensidad del universo, nuestro planeta es apenas un grano en la infinita arena cósmica, pero es nuestro único hogar. En Acuario Michin queremos invitarte a sumar acciones responsables a favor de nuestro planeta.