Luis R. Robles J. Septiembre 2022
El corazón del estado de Jalisco palpita con fuerza y vitalidad. La sierra de Quila, ubicada en el sureste del estado es una zona montañosa y accidentada de la región Neovolcánica, su altitud varía entre los 1300 metros hasta los 2560 metros sobre el nivel medio del mar (cerro del Huehuetón). Abarca 32mil hectáreas y dentro de esta extensión se encuentra el Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Quila (APFFSQ) que es un área natural que comprende unas 15mil hectáreas de majestuosas montañas y valles de espesos bosques de pino, roble y encino y cuerpos de agua.
Es el hogar de importantes especies como la nutria neotropical, el jaguar, el ajolote pinto-amarillo, la prehistórica palma del diablo y el león de montaña , además de 200 especies de abejas más de 900 especies de plantas, 155 especies de aves, 63 especies de anfibios y 53 especies de mamíferos al igual que es fuente de recursos de las comunidades indígenas de Tenamaxtlán, Tecolotlán y San Martín Hidalgo que, con su sabiduría y amor por la naturaleza, impulsan el cuidado de los valiosos recursos que en ella se encuentran.
El 4 de agosto de este año, APFFSQ cumplió 40 años siendo un gran ejemplo para los jaliscienses y todos los mexicanos de como se pueden sumar esfuerzos a favor de la conservación y el respeto irrestricto a la naturaleza, pero cabe destacar que fue desde la década de los 50 del siglo pasado que los jaliscienses comenzaron la lucha por defender el tesoro verde de la Sierra de Quila.
La sociedad civil organizada en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del estado de Jalisco y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas han enfocado grandes esfuerzos para mantener la riqueza natural del lugar que a cambio ofrece importantes servicios ambientales necesarios para la vida humana como la purificación del aire y el agua, reservas hídricas, fertilización natural de los suelos, fuente de polinizadores y especies controladoras de plagas.
El futuro y presente nos exigirá mantener la guardia arriba en las tareas de conservación de la biodiversidad y la experiencia aprendida con el APFFSQ es un valioso conocimiento que nos ayudará en esta desafiante misión a favor de la naturaleza, así que, ya sea desde el cerro del Huehuetón o desde alguno de los pabellones de Acuario Michin, tómate un tiempo para contemplar la naturaleza, esto te dará inspiración y fuerza para construir un mundo mejor.