Una de las principales características diferenciales de los tiburones es su dentición. Los dientes de los tiburones no están anclados a los cartílagos mandibulares. Esta característica les permite reponer los dientes sin descanso durante toda su vida, teniendo siempre sus “herramientas” en perfecto estado de uso. Esto varía entre especies, pero de forma genérica los tiburones podrían tener alrededor de unos 20.000 dientes a lo largo de su vida y pueden presentar entre 5-15 filas de dientes aunque sólo entre 1 y 3 filas de dientes son funcionales.
Haciendo una clasificación generalista en grandes grupos, podemos encontrar:
- Dientes vestigiales y diminutos de forma cónica: Son dientes no funcionales en proceso de desaparición en aquellas especies que se alimentan de plancton como el tiburón ballena (Rhincodon typus) o el tiburón peregrino (Cetorhinus maximus).
- Dientes romos en formación de mosaico: Utilizados para aplastar y triturar conchas o caparazones de invertebrados como moluscos o crustáceos. Los presentan algunas especies de rayas y tiburones, como por ejemplo las musolas (Mustelus spp).
- Dientes con muchas cúspides puntiagudas pequeñas: Para desgarrar y trocear al mismo tiempo, como el olayo (Galeus melastomus) o las pintarrojas (Scyliorhinus canicula).
- Dientes puntiagudos, largos, lisos y estrechos con forma de gancho: para sujetar presas grandes y poder tragarlas progresivamente, una vez sujeta, la presa no tiene escapatoria ya que la forma de gancho impide que pueda escaparse. Un claro ejemplo sería el marrajo (Isurus oxyrhinchus) o el solrayo (Odontaspis ferox).
- Dientes planos, triangulares y aserrados: para cortar grandes presas o arrancar grandes trozos de carne de un bocado moviendo lateralmente la cabeza. Por ejemplo el tiburón blanco (Carcharodon carcharias).
- Dientes muy diferentes (dimorfismo) entre las dos mandíbulas: Normalmente, los dientes inferiores planos y con muchas cúspides en forma de hoja de sierra y los de arriba finos y puntiagudos (a veces también con varias cúspides). Los de arriba sujetan y los de abajo cortan. Por ejemplo la cañabota (Hexanchus griseus).
Un último detalle curioso. Algunos de los dientes que se pierden caen, pero otros son reabsorbidos y en algunas especies incluso tragados para aprovechar las sustancias minerales que les permiten crear dientes nuevos.
Fuentes: https://www.submon.org/es/habias-visto-dientes-de-tiburon-tan-cerca/