Luis R. Robles J. Junio 2022
Los arrecifes de coral son ecosistemas marinos únicos por sus características, biológicas, oceanográficas y geológicas. La diversidad de especies que habita en los arrecifes es más numerosa que cualquier otro ecosistema en el planeta y la interacción que ocurre entre sus habitantes es muy intensa, por otro lado, los corales arrecifales necesitan condiciones muy precisas de luz, temperatura, pH y recursos para poder crecer, cualquier variación fuera de los límites de supervivencia de estos organismos los pone en riesgo de muerte. Finalmente, la arquitectura o geomorfología de un arrecife es decisiva en la cantidad y tipo de especies marinas que habitarán en él, por ejemplo, en un atolón la laguna arrecifal es más cerrada y definida que en una barrera dónde se forman verdaderos laberintos y esto va a influir en el tiempo que tarda en intercambiar el agua el arrecife con el océano y a su vez en las características físicas y químicas (como temperatura y pH).
Los mares mexicanos son ricos en este tipo de ecosistemas, y es posible dividir en cuatro regiones por sus características oceánicas los lugares donde más abundan, en este articulo mencionaremos estas regiones y también los arrecifes mejor conservados de cada una.
En el Caribe mexicano comienza la Barrera Mesoamericana, la segunda barrera más grande del mundo después de la australiana, es el lugar con las condiciones ideales para el crecimiento de los corales, las condiciones varían muy poco y la plataforma continental es extensa. Claro ejemplo es el atolón de Banco Chinchorro en Quintana Roo, frente a la costa de Chetumal. En este atolón es posible encontrar una variedad de corales masivos, ramificados, palmeados, etc., además de cientos de coloridos peces, esponjas, nudibranquios, pulpos, cangrejos y caballitos de mar. Este atolón se extiendo por 70 kilómetros y la abundancia de especies se puede observar desde el primer metro de profundidad.
En el Golfo de México se forma el Sistema Arrecifal Veracruzano, una genuina cadena montañosa submarina. En este sitio los corales enfrentan el choque entre las aguas de los ríos que escurren desde el continente y el constante asedio de los huracanes, no obstante, se ven beneficiados por el aporte de nutrientes y las corrientes que ayudan a drenar rápidamente el agua al interior de los arrecifes. Existe una pequeña barrera alrededor de la Isla Abnegada de Adentro, dónde abundan las orbicelas y los corales cerebro sirviendo de refugio a cientos de tiburones de arrecife y otros peces de gran tamaño.
En el Pacífico tropical existen cientos de parches y formaciones en franja en las islas cercanas, es aquí dónde los corales enfrentan las condiciones más difíciles, sumado al escurrimiento de los ríos y los huracanes, la plataforma continental quiebra rápidamente a los pocos metros, además, al tratarse de un litoral de frontera oriental, durante una época del año ocurren intensas surgencias de agua del fondo cuya temperatura puede ser menor al límite que toleran los corales, es por esto que no encontramos barreras o formaciones mayores. En el archipiélago de las Revillagigedo, en la Isla San Benedicto, existe un arrecife en franja dónde los porites y los cuernos de alce le dan forma al ecosistema que se engalana con el nado de tortugas y mantarrayas.
En el Mar de Cortés, la geografía ayuda a amortiguar las condiciones naturales del pacífico, además el intercambio entre el agua del Golfo de California y el Pacífico trae muchos beneficios para los ecosistemas arrecifales y por este motivo podemos encontrar impresionantes santuarios arrecifales como el de Cabo Pulmo en Baja California Sur, al cual llegan a su destino final cientos de fragmentos de coral que se anclan para crecer robustos, aquí se pueden observar grandes peces como el tiburón ballena y mamíferos como delfines, lobitos e incluso es posible ver parar a la estremecedora ballena jorobada.